LECCIÓN 2
La Reforma


En la primera lección nos preocupamos de movimientos y personas singulares quienes - desde la perspectiva de la Reforma - son considerados como sus precursores. Con la segunda lección entramos al área de la Reforma misma. Antes de dirigirnos al primer reformador reformado, Ulrico Zwinglio, trataremos de iluminar el contexto y su fondo.


1. Condiciones e informaciones de fondo

La situación política en Europa y en la Confederación Helvética

Después de la muerte del emperador Maximiliano I., los príncipes electores coronan emperador del Imperio Alemán a Carlos, el joven rey de España, y no al rey francés Francisco I., el favorito de Roma. Entre los dos monarcas estallan conflictos bélicos durante las siguientes décadas, porque el nuevo emperador quiere restituir el imperio antiguo. La mayoría de las veces, Francia sufre derrotas. En el sudeste de Europa, los turcos conquistan grandes territorios, por lo que el emperador Carlos V. está bastante más preocupado de sus tareas militares que de la Reforma, que está dando sus primeros pasos en Alemania. Esto a su vez afirma el poder de los príncipes electores quienes se consideran a sí mismos como los verdaderos señores, ya que el emperador fue designado por ellos. Por consecuencia, la Reforma alemana tiene "cara de príncipe": el débil poder central y la fuerza de los soberanos territoriales llevan a que los últimos disponen sobre la confesión en sus países: o mantienen la doctrina católicorromana, o introducen la Reforma luterana. La Reforma alemana, por ende, es una "Reforma territorial", porque cada reino o territorio tiene su propia confesión. El término técnico para este hecho es "cuius regio, eius religio" - cada soberano regional determina la religión de sus súbditos.
En la Confederación Helvética, en ese entonces aún no llamada Suiza, la situación se presenta distinta. Allí no hay príncipes, sino ciudades independientes (en alemán "Orte") con su entorno respectivo ("Landschaften"), que no aceptan ningún poder superior a ellas. Los gobiernos de las ciudades son elegidos por los ciudadanos que poseen el derecho de ciudadanía. Las distintas ciudades están organizadas en la Confederación Helvética, en la que ninguna de ellas tiene la hegemonía. Las decisiones comunes son tomadas en una especie de parlamento ("Tagsatzung"), pero no son vinculantes para las ciudades. Cada ciudad decide por sí misma, también en asuntos religiosos.

La situación de la iglesia católicorromana en la primera mitad del siglo XVI

Los movimientos prerreformistas que tratamos en la primera lección, por su mera existencia han indicado una crisis latente en la iglesia católicorromana. Los concilios de los siglos XIV y XV no pudieron realizar reformas de verdad, a pesar de sus buenas intenciones. La práctica de la simonía, carencias en la formación teológica, y sobre todo las indulgencias, son señales alarmantes. Crece la crítica frente la iglesia; la oposición apunta sobre todo a las costumbres morales dentro del clero y en los monasterios, y en el manejo del dinero. Aparte de esto, sin embargo, se puede observar una cara muy distinta: la espiritualidad popular y el anhelo religioso cobran muchísima fuerza, especialmente en Alemania, palpable por ejemplo en los numerosos peregrinajes. Aumenta la cantidad de misas por lo cual se necesitan más curas. Si bien la iglesia católicorromana demuestra hacia afuera una piedad inquebrantable, mirándola bien, se revela que existe una gran necesidad de reformas. El tiempo para la Reforma ha llegado.

La Reforma no debe ser identificada con Lutero

En Alemania, cuando se habla de la Reforma, ésta suele asociarse directamente con la persona de Martín Lutero, y es cierto, porque con él empezó. Las 95 tesis que fijó en la puerta exterior de la iglesia del castillo den Wittenberga el 31 de octubre de 1517 son el mejor testimonio. Sin duda, Lutero es el reformador más importante. Pero no es el único, no en Alemania y mucho menos en otros países. Hay que prestar atención a dos cosas: Por un lado, la Reforma no debe ser identificada con Lutero; justamente la Iglesia Reformada se remonta a Zwinglio y Calvino sin poder ni querer cuestionar los méritos de Lutero. Por otro lado, Lutero no puede ser la medida absoluta para lo que se considera "reformado" o no. Esto significaría estrechar nuestro horizonte y no poder valorar los conocimientos y descubrimientos de otros reformadores.


2. Ulrico Zwinglio (1484 -1531)

Desde su nacimiento hasta el llamado a Zurich

Ulrico Zwinglio nace el 1 de enero de 1484 en Wildhaus (unos 50 kilómetros al sur de San Gall, en un valle del condado de Toggenburg). Tiene nueve o diez hermanos de los que por lo menos dos mueren relativamente jóvenes; dos de sus hermanas toman el hábito. Después de los años de colegio, entre otras ciudades en Basilea y Berna, a partir de 1499 Zwinglio realiza sus estudios superiores en Viena y Basilea (1502), donde se gradúa como magister en 1506. Su maestro más importante en Basilea es Tomás Wyttenbach. Después de sus estudios de las "artes liberales", Zwinglio sigue medio año de teología y, a partir del verano 1506, ocupa el cargo de pastor en Glaris, no lejos de su pueblo natal de Wildhaus.
Desde temprano, Zwinglio toma posición en un asunto político situado en el contexto de las tropas mercenarias, comunes en esa época en la Confederación Helvética. El negocio mercenario es lucrativo para las ciudades: Si ponen una parte de sus jóvenes a disposición de estos ejércitos, reciben sumas considerables para las arcas municipales. Alrededor de 1506, en la ciudad de Glaris se delibera sobre el destino de los mercenarios locales: Habsburgo, Francia o el Papa son alternativas posibles. Zwinglio toma partido por el Papa; para él, los soldados son el arma del crucificado contra los enemigos de la iglesia - se trata de una especie de Guerra Santa. En 1513, Zwinglio acompaña como capellán castrense a unos 500 soldados de Glaris que forman parte del ejército papal. Sin embargo, la experiencia de la guerra lo hace reflexionar. En 1515, el ejército papista sufre una derrota, y en Glaris las simpatías cambian hacia los franceses victoriosos. Esto es un serio problema para Zwinglio, quien es leal al Papa. Abandona su ciudad y se va a Einsiedeln, un antiguo lugar de peregrinaje con un gran monasterio. Allí, en 1516, empieza a trabajar como párroco. Durante los dos años en Einsiedeln, el carácter político de su actividad, hasta ahí muy dominante, se suaviza. Las actividades en la iglesia y sus estudios científicos y personales vuelven a ser lo principal en su vida.
Exactamente en 1516, Zwinglio experimenta una conversión reformatoria. Dice de si mismo que "desde ahora prediqué el Evangelio". Lee las obras escolásticas y las de los Padres de la Iglesia y aprende griego como autodidacta para poder leer el Nuevo Testamento en su original. Zwinglio llega a ser un teólogo docto. Entre otros, conoce la filosofía del famosísimo Erasmo de Rotterdam, pero no adopta sencillamente sus enseñanzas. Ahora bien, ¿en qué consiste su "Evangelio"? Aquí no se puede preguntar por la doctrina de la justificación por la fe luterana, para reconocer la conversión reformatoria de Zwinglio. El va por su propio camino. Su conversión reformatoria se basa en una clara orientación bíblica, hacia la "sola scriptura" (sólo la Santa Escritura). Esta decisión no es meramente racional, Zwinglio más bien enfatiza la autoridad de la Biblia por que es ella - y no la iglesia con su poder clerical - la que transmite el Evangelio, la buena nueva de un Dios humano. Este proceso de conocimiento reformatorio se ampliará y se profundizará en sus contenidos durante los años siguientes.


Los inicios de la Reforma en Zurich

En otoño del año 1518, Zwinglio es llamado a Zurich como primer predicador de la iglesia principal. Su tarea principal será la prédica. Y comienza con una novedad: para predicar, no se basa en el orden vigente de las lecturas bíblicas (las perícopas), sino que interpreta las Santas Escrituras cronológicamente. Con esto se rebela contra la dominancia del año litúrgico y sigue la secuencia de la Biblia.

Hasta 1522 Zwinglio ha profundizado bastante su conocimiento de las escrituras. Un tenor de sus prédicas es la resistencia contra el negocio mercenario. Y tiene éxito: en el mismo año, el Concejo de la Ciudad de Zurich lo prohibe.
Igualmente en 1522 comienzan los enfrentamientos públicos. El 9 de marzo, se realiza una demostrativa cena con longanizas en la casa del tipógrafo Cristóbal Froschauer, demostrativa porque la cecina es consumida en tiempo de cuaresma. Durante esta cena, dos grandes longanizas ahumadas son repartidas entre la gente. Zwinglio participa sin comer. A este primer quebrantamiento del ayuno le siguen varios más en los días siguientes. Rápidamente se sabe lo que está pasando; el Concejo de Zurich interviene y inicia pasos legales.
Sólo dos semanas después de la "cena de longanizas", Zwinglio tematiza el problema del ayuno en un sermón que se publica en abril de 1522 bajo el título: Sobre la elección de los alimentos y la libertad de tomarlos. En este sermón, Zwinglio habla a favor de una comprensión evangélica de la libertad: Los cristianos son libres de todas las órdenes dictadas por el hombre, no hay que ser incondicionalmente obediente a estas órdenes. La orden de la abstinencia es justamente un reglamento humano, eclesiástico. Como no tiene autoridad divina, vale decir, no tiene la autoridad de la Biblia, no es necesario obedecer esta orden. Al mismo tiempo, los cristianos tienen la libertad de no usarla excesivamente, porque no es la libertad de que viven.

La comprensión de la libertad según Zwinglio
(U. Zwinglio, Sobre la elección de los alimentos (1522), citado de: Ulrico Zwinglio, Escritos, tomo 1, 37-39.62)

"Su fe en Dios ya no era tan fuerte que sólo confiaban en él y ponían su esperanza en él y escuchaban su voluntad. Estúpidamente empezaron de nuevo seguir el dictado de los hombres. Como si Dios hubiese olvidado algo que tendrían que completar y perfeccionar ahora, se decían: en este día, en este mes, en éste y aquel momento no debes hacer tal y tal cosa. (Sin embargo, no tengo nada en contra si alguien se abstiene voluntariamente por su salud y la disciplina de su cuerpo, siempre que no sobreestime este ayuno y se ponga soberbio; siempre entonces que el ayuno nazca de la humildad.)
Pero si se hace de esto un mandamiento y se convence a sí mismo que es pecado no seguirlo, significa ensuciar y estigmatizar la conciencia, significa seducir a la verdadera idolatría. (...)
En breves palabras: Si quieres ayunar, ¡hazlo! Si quieres abstenerte de la carne, ¡no comas carne! ¡Pero deja al cristiano su libre decisión! (...)
Pero si tu prójimo se escandaliza cuando ejerces tu libertad, no lo pongas sin motivos en dificultades, no lo seduzcas. Sólo cuando comprenda el fundamento de tu libertad, no se escandalizará más, a no ser que te quiera mal. (...)
Más bien, tienes que explicarle la fe de manera amable y decirle que él también es libre de elegir y comer de todo."

Del tratado Sobre la elección de los alimentos y la libertad de tomarlos (1522)

(Traducción: P. Albütz / L. Ludwig, Santiago de Chile 01/2002, según la edición alemana Huldrych Zwingli, "Schriften" Vol. 1, 37-39.62)

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Pregunta 1:
¿Por qué Zwinglio se opone al mandamiento de ayuno? ¿Y qué tiene que ver este mandamiento con la fe?

Respuesta 1:
Zwinglio está en contra del mandamiento de ayuno porque en última razón se trata de una orden formulada por los hombres que no se remonta a la autoridad divina. No tiene derecho a ser la autoridad última.
Pero esto no es todo. Ni el dictamen del mandamiento ni en su riguroso cumplimiento son para Zwinglio una señal de fuerza de la fe ( se consideraba fidelidad especial cuando los creyentes cumplían el mandamiento; hasta hoy día hay quienes ven en ello un "mérito" religioso). Muy por el contrario, Zwinglio lo define como una debilidad de la fe. Quien precisa de un mandamiento de ayuno para sentirse bien con Dios, agrega arbitrariamente algo a la orden de Dios, carga arbitrariamente la conciencia de los otros y la propia, complementa la ley de Dios y dice: los mandamientos de Dios como los conocemos no son suficientes. Pero es justamente Él en quien hay que poner toda la esperanza y toda la fe.

Pregunta 2:
¿Zwinglio considera el ayuno como indigno de un cristiano?

Respuesta 2:
Por ningún motivo Zwinglio piensa que ayunar es indigno de un cristiano. ¡Aquí se trata únicamente del mandamiento de ayuno! El ayuno tiene dimensiones muy positivas: es capaz de sanar el cuerpo, poner un polo opuesto a la gula, es un medio para frenar los excesos y ejercer la disciplina. Todo esto es posible y, bajo ciertas condiciones, tiene sentido. Pero: Si alguien ayuna, tomó una decisión "mundana" que no se remonta a Dios. No es digno de un cristiano colocar a Dios como autoridad tras decisiones "mundanas", esto sería "aprovecharse" de Él.

Pregunta 3:
¿Cuál es el fundamento de la libertad?

Respuesta 3:
La base de la libertad - que Zwinglio aquí menciona de paso - puede ser deducida sólo indirectamente. La libertad se basa en: poder confiar absolutamente en Dios, tener fe únicamente en Él. Porque esto nos libera de todo orden o reglamento humano - éstos no tienen autoridad absoluta. Así la siguiente sentencia es válida: Seguir solamente sus mandamientos nos hace libres. "Mandamientos": esto suena a paternalismo, podría objetarse. Pero Zwinglio dice: Si obedecemos tan sólo los mandamientos de Dios, somos libres, porque son mandamientos de un Dios que quiere bien a los hombres, que les da la libertad de no obedecer los reglamentos restrictivos de otros orígenes.

Pregunta 4:
¿Por qué los cristianos no deberían ejercer su libertad en cualquier momento?

Respuesta 4:
Los hombres libres ya no tienen que aspirar a la libertad. No necesitan mandamientos para liberarse, porque la libertad ya les ha sido regalada. Por eso, tampoco necesitan ayunar para ser libres, porque el mandamiento de ayuno no es un mandamiento divino. Aquí, sin embargo, nuestra mirada cae en el prójimo para quien es una afrenta si uno no ayuna, porque él toma el ayuno como un mandamiento de Dios y no de los hombres. Zwinglio enfatiza: Los que saben que no hay que ayunar, pueden hacerlo igual para no ofender sus vecinos. No es malo, porque de lo que se trata es que nuestros prójimos también entiendan por qué el ayuno es innecesario. Se trata de este tipo de libertad que todos deben comprender. Hay que explicar esta libertad de manera amigable a los otros y acercarlos a ella.
Esta doble línea de Zwinglio tiene fuertes paralelas con la escritura luterana Sobre la libertad de un cristiano del año 1520.

La situación en Zurich se hace cada vez más complicada y polémica. El Concejo se adjudica la competencia decisiva en el conflicto, eludiendo así al obispo de Constanza. Tras una audiencia y una prohibición temporal de la violación del mandamiento de ayuno, la disputación es postergada para el inicio del año 1523: ahí el concejo municipal quiere tomar su decisión sobre la base de la Santa Escritura. Con esto, las ideas de Zwinglio definitivamente han ganado terreno en Zurich.
Aparte del ayuno existen otros puntos conflictivos. Zwinglio critica la veneración de los Santos provocando enfrentamientos con las órdenes mendicantes. El, por su parte, exige a las órdenes mendicantes que en el futuro basen sus prédicas únicamente en la Biblia. Además, Zwinglio exige terminar con el celibato y proteger a Martín Lutero quien se encuentra bajo proscripción imperial. Todavía en 1522, Zwinglio se opone al rol de María como mediadora de la salvación.
En agosto de 1522, Zwinglio renuncia a su membrecía en la iglesia católica, porque, como dice, ésta se fundamenta solamente en leyes humanas. Erasmo está consternado frente a palabras tan tajantes.
Zwinglio cada vez más cumple con el rol del predicador que da el tono en Zurich. Desde 1522 convive con su mujer Anna Reinhart, pero sólo dos años más tarde se casan oficialmente. Los dos tienen cuatro hijos.
El 29 de enero de 1523 se realiza la Primera Disputa de Zurich. Básicamente se trata de ver si hay argumentos en contra de la prédica de Zwinglio; el concejo mismo quiere decidir sobre la base de la Biblia. 600 participantes llegan a la municipalidad de Zurich. Desde Constanza llega una delegación guiada por Juan Faber. Se supone que éste no participe en el debate, sino que viene a protestar y a observar. El punto central del debate es el problema de la autoridad: ¿Quién tiene la autoridad máxima en la tierra? Ya al medidodía, el Concejo ha escuchado lo suficiente y razona que nadie puede condenar a Zwinglio por herejía. Y más aún: Todos los demás predicadores deberán guiarse de ahora en adelante por la Santa Escritura. Para el debate, Zwinglio ha formulado 67 artículos o "conclusiones" para los cuales se consideran los siguientes lemas como resumen: solus Christus, sólo Cristo, y sola scriptura, sólo la Biblia.

En los artículos dos y tres de los 67 artículos o conclusiones dice:

"He aquí resumido el Evangelio: Nuestro Señor Cristo Jesús, el verdadero Hijo de Dios, nos ha dado a conocer la voluntad de su Padre celestial y con su muerte inocente nos ha redimido y reconciliado con Dios.
Por eso es Cristo el único camino de salvación para todos los hombres que fueron, son y serán."

De: Ulrico Zwinglio, Interpretación y fundamento de las conclusiones, 1523
Citado de Zwinglio, "Antología", Producciones Editoriales del Nordeste, Barcelona 1973, p. 45,46


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Pregunta 1:
¿Qué son las dos dimensiones llamadas por Zwinglio "Principios fundamentales del Evangelio"?

Respuesta 1:
Se trata por un lado de la transmisión de la voluntad de Dios por Cristo y, por otro lado, de la reconciliación. Con esto se le asignan dos tareas a Jesucristo. Primero, la dimensión de la revelación: es por Jesucristo que conocemos la voluntad de Dios, no por alguna otra fuente, no por nosotros mismos, no por la naturaleza o por la conciencia. Y segundo: Él es la reconciliación que Dios nos ofrece, mejor dicho: el tema es la justificación del hombre. En Jesucristo, Dios ha perdonado al hombre sus pecados, de manera que ahora ya no hay nada entre Dios y el hombre.

Pregunta 2:
¿Qué nos dice Jesucristo sobre Dios?

Respuesta 2:
Jesucristo es el hijo de Dios que nos revela la voluntad del Padre. Él es el revelador de Dios. Él es el reconciliador. Él es algo como el movimiento de Dios hacia los hombres para cambiarlos. Jesucristo es el camino de Dios a los hombres.

Pregunta 3:
¿Por qué Cristo es el único camino hacia la felicidad?

Respuesta 3:
Como camino de Dios a los hombres, es al mismo tiempo el camino de los hombres a Dios. Este mensaje doble, típico para la cristología de Zwinglio, más tarde será desarrollado por Calvino, el cristólogo de la mediación. En muchas partes, Zwinglio ha llamado a Cristo el camino (vs. Juan 14, 6), porque así enfatiza ambos aspectos: que él es la encarnación de Dios, pero también la encarnación de Dios. La apertura del camino a la felicidad es, para Zwinglio, la apertura del futuro para el hombre, un futuro que había perdido alejándose de Dios. Ahora sin embargo, este nuevo futuro ha llegado.


Profundización teológica y controversias

Para Ulrico Zwinglio, el año 1523 está marcado por una profundización teológica de sus pensamientos. Estos se refieren, entre otro, a la distinción precisa entre Dios y la criatura, la comprensión del pecado, la doctrina de la iglesia, la importancia de la justicia y, por ende, la relación entre Estado e iglesia. Se deja entrever un nuevo entendimiento de la Eucaristía - Zwinglio ya no la considera como un medio salvífico.
En resumen, reconocemos que Zwinglio está optando por un camino propio de la reforma. No es ni Lutero ni Erasmo, sino alguien que desarrolla una teología autónoma, capaz de integrar elementos de los dos reformadores.


Sobre la fe y el perdón de los pecados

"Pero yo he dicho que los pecados son perdonados por la fe; y no quería decir otra cosa que tan sólo la fe puede asegurar al hombre de que sus pecados son perdonados. Quien confía en Cristo, cuyos pecados son perdonados. Como nadie sabe del otro si éste es creyente, así nadie sabe si le fueron perdonados los pecados, aparte de uno mismo, ya que gracias a la luz y la firmeza de su fe está seguro del perdón, sabiendo que Dios le ha perdonado en Cristo; y está tan seguro de este perdón que no duda nunca del perdón por la gracia porque sabe que Dios no puede engañar o mentir."

De: Ulrico Zwinglio, Exposición de la fe, 1531

(Traducción: P. Albütz / L. Ludwig, Santiago de Chile 01/2002, según la edición alemana Huldrych Zwingli, "Schriften" Vol. 4, 294,295)


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Pregunta 1:
¿Contra qué malentendido de la fe se resiste Zwinglio?

Respuesta 1:
Zwinglio se opone a la idea de que la fe como expresión de la fe humana pueda actuar en la relación del hombre con Dios. Pero los pecados del hombre no son perdonados por su fe, sino que sólo por Cristo. Si fuere así que la fe como confianza humana fuese capaz de perdonar los pecados, tendría que ser entendida como una obra humana, quizás como la obra humana buena. Esto es un reproche que los teólogos romanos hicieron una y otra vez a los reformadores. Zwinglio, sin embargo, enfatiza: No es que la fe perdone los pecados; sólo es el camino por el cual el hombre puede estar seguro de que sus pecados serán perdonados. Si fuera la fe la que perdona los pecados, tendríamos que "creer en la fe" - y con eso, ésta sería un ídolo.

Pregunta 2:
¿Cómo logra el hombre asegurarse del perdón de los pecados?

Respuesta 2:
Esta seguridad sólo la puede dar la confianza absoluta en Cristo. Se excluyen, por ende, todas las posibilidades de asegurarse por ser especialmente piadoso o religioso. Se ve muy claro el énfasis que Zwinglio pone en el hecho de que todos los pecados del mundo fueron perdonados en la cruz de Gólgota, o sea, el perdón de los pecados no se repite cada vez. Aquí hay una diferencia clara entre Zwinglio y el catolicismo romano. Para los católicos, los pecados antes del bautismo son perdonados por éste, y después hay que confesarse y hacer penitencia. Zwinglio, al contrario, subraya que todos los pecados fueron perdonados para siempre jamás. Esto es válido para todos los pecados mundiales, ya fueran cometidos o estén por cometerse todavía. Si esto vale también "para mí" es la pregunta acerca de la certeza. Y con la confianza, el hombre gana esta certeza.

Pregunta 3:
¿Uno puede estar seguro de su propia fe?

Respuesta 3:
No: nadie puede estar seguro en el sentido de poseer la fe. No se puede poseer la confianza. Pero, a diferencia de Lutero a quien el asunto de la certeza preocupó y pesó durante toda su vida, Zwinglio muestra una confianza mayor: la fe misma da seguridad porque Dios es fiel y no abandona a sus criaturas. Esta seguridad, sin embargo, no es "medible" y, por ende, no es observable en la persona. Uno la tiene sólo para sí mismo, pero también en conjunto con los otros.

Aparte de la profundización teológica, la Reforma gana terreno también en la vida cotidiana. Los monasterios se vacían. Muchos sacerdotes se casan. La liturgia en el culto es fuertemente cambiada y simplificada. En septiembre de 1523, los actos iconoclásticos aumentan, lo que causa serios enfrentamientos. En octubre del mismo año una Segunda Disputa tiene lugar en Zurich, esta vez con referencia a la reforma del culto y las imágenes en las iglesias. Como resultado, se recomienda abandonar la violencia y convencer mediante argumentos. Sin embargo, el debate deja en evidencia que todo el clero en la región está teológicamente mal formado. Y se deja ver también que Zwinglio y sus compañeros se encuentran entre dos alas: por un lado están los católicos romanos o conservadores, por el otro los radicales.
Entre 1523 y 1524, la posición de Zwinglio se consolida en Zurich. La oposición conservadora o más bien católica se divide y pierde respaldo. En Pentecostés de 1524, el Concejo decide eliminar las imágenes, crucifijos, estátuas y relieves de las iglesias, pero vacila con la reforma del culto. Este hecho provoca a los radicales de tal forma que el quiebre con ellos parece cerca.

Texto para la canción "Señor, ahora Tú afirma el carro" de Zwinglio

La también llamada "Canción de Kappel" demuestra que entre todos los reformadores, Zwinglio fue el con más talento artístico. La canción contiene distintos tipos de versificación. Las tres primeras palabras de cada estrofa son un ruego: "Señor Dios, ayuda".
La canción fue escrita probablemente alrededor de 1525. En 1529, durante la Primera Guerra de Kappel (guerra civil en la Confederación Helvética por la aceptación de la reforma en todas las regiones; nota de la traductora), Zwinglio modificó la melodía para hacer la canción más fácil de cantar para la comunidad; la primera versión había sido a cuatro voces y bastante compleja. La modificación es la que se canta hasta hoy día en las parroquias. En 1898, Federico Spitta tradujo el texto al alemán contemporáneo.
La canción reza por la unidad de la iglesia: Sólo si es guiada por Dios mismo, puede seguir el camino correcto. La tercera estrofa abarca todo el universo religioso: la amargura termina, la antigua fidelidad vuelve, la alabanza de Dios no tiene fin.
Esta canción es la única compuesta por Zwinglio que se difundió más allá de Suiza. Las otras dos canciones tradidas son una poetización y musicalización del Salmo 69 y la llamada "Canción de la Peste".
Hay que decir que no fue Zwinglio quien eliminó el canto congregacional durante el culto. Solamente procuró que se eliminaran los cantos litúrgicos medievales. Pero no introdujo el canto común en lugar de los cantos litúrgicos, aunque lo alabó en otras parroquias. Aquí yace una contradicción que la investigación de Zwinglio todavía no ha resuelto.


El quiebre (entre Zwinglio y los radicales) se realiza definitivamente en 1525, cuando los radicales fundan bajo la autoridad de Conrado Grebel una pequeña congregación en el pueblo de Zollikon en las afueras de Zurich. El ideal de Conrado Grebel es una comunidad de creyentes - el bautismo de infantes, por ende, constituye un problema. Desde 1524 había personas que se negaban a bautizar sus hijos, en contra de la voluntad del Concejo que había dispuesto el bautismo de todos los recién nacidos. Un debate en 1524 no había dado ningún resultado, por lo cual la fundación de una nueva comunidad que sólo se bautiza a creyentes adultos (o sea: se practica el re-bautismo), es consecuente.
El mismo Zwinglio tenía en ciertos momentos dudas frente al bautismo infantil. Pero con referencia a los "anabaptistas", para los que el bautismo significa la pertenencia a una comunidad esotérica, que se aparta del mundo, Zwinglio desarrolla una teología del bautismo muy propia.
Ésta se opone a la doctrina romana a la que incluso Lutero adhiere parcialmente. El bautismo, según Zwinglio, no es un medio de gracia, sólo por sí no provoca nada. El perdón de los pecados se puede conocer en la promesa divina que se nos asegura en la prédica. El bautismo no perdona los pecados, tampoco lo hace el agua bendita; no tiene un significado sobrenatural. Esta idea es común para Zwinglio y los anabaptistas. Zwinglio, sin embargo, mantiene el bautismo de niños, aunque no puede demostrar su carácter obligatorio. Argumenta que la Biblia muestra que también los hijos de cristianos son de Dios y que en el Antiguo Testamento existe la circuncisión de los lactantes. El bautismo es visto como una paralela a la circuncisión. Además, afirma Zwinglio, la práctica del bautismo de adultos lleva al exclusivismo de una comunidad que se considera a sí misma como libre del pecado.
Lo que en los años siguientes, aparte de la discusión teológica, hizo la autoridad con los anabaptistas, no constituye ninguna página de gloria de la Reforma: fueron perseguidos, expulsados y hasta asesinados.

Nacen las demás escrituras de Zwinglio, por ejemplo "El Pastor" en 1524, donde Zwinglio pinta al predicador evangélico como fiel pastor, contrastándolo con malos ejemplos. Un año después, escribe el "Commentarius de vera et falsa religione" (Comentario sobre la verdadera y la falsa religión), que contiene los principios de la doctrina evangélica en 29 capítulos. Este comentario es considerado como la obra fundamental de Zwinglio. En primavera de 1525, inicia su "Profecía", un curso de exégesis en que se interpreta de la Biblia, obligatorio para los pastores evangélicos. En 1531 se publica, como resultado de estos estudios, la Biblia de Zurich. Para la Pascua de Resurrección de 1525, en Zurich se introduce un nuevo reglamento para la liturgia del culto, marcado por claridad y sencillez: En el centro está el sermón. El canto litúrgico y el órgano desaparecen, y los untensilios para la Santa Cena están hechos de madera.

Dentro de la Confederación Helvética, Zurich tiene una posición bastante aislada: Ni siquiera es invitada para las sesiones del parlamento. Sin embargo, la Reforma gana terreno en varias ciudades: San Gall, Schaffhausen, Basilea y Berna, entre otras. También en Constanza predomina la Reforma. Zurich se une con las ciudades mencionadas en una alianza llamada "Burgrecht Cristiana". Esto amenaza a las regiones católicas vecinas, que por su parte forman una "Asociación Cristiana", que da pasos hacia una alianza con Carlos V, y a travéz de él con la odiada casa de los Habsburgo. Después de un tiempo de crisis estalla la guerra: 30.000 soldados de la alianza evangélica se enfrentan a tan sólo 9.000 de las regiones católicas asociadas de Centrosuiza. Pero como no son muchos los que llevan esta guerra con un compromiso profundo, y como los católicos son una minoría desesperada, se llega rápidamente a un consenso: la llamada "Paz de Kappel" de 1529. Desde la perspectiva de los reformadores y de Zwinglio, este consenso significa un resultado más que moderado, porque no impide el negocio mercenario en las regiones céntricas de Suiza. Sin embargo, el acuerdo de paz establece la Reforma en vastas partes del territorio suizo.
Aparte de los conflictos exteriores, también existe oposición política y eclesiástica dentro de Zurich. Políticamente, son sobre todo los comerciantes, la nobleza y otros grupos que tienen un fuerte interés en el negocio mercenario y en un flujo comercial sin trabas. En lo que concierne a la iglesia, son los conservadores católicos quienes exigen que se introduzca de nuevo la misa diaria.

Ya desde 1523, Zwinglio viene desarrollando una comprensión propia de la Santa Cena. Mientras Lutero parte de la base de que, para los creyentes, pan y vino se convierten en cuerpo y sangre de Cristo, Zwinglio subraya que pan y vino sólo simbolizan cuerpo y sangre de Jesucristo quien fue entregado en la cruz una vez por todas, y quien está presente con los fieles en el Espíritu Santo. Los elementos pan y vino no garantizan el perdón de los pecados, sino que recuerdan estos hechos; quien celebra la Santa Cena, confiesa: Nuestro presente se ha convertido por la fuerza de la reconciliación en la cruz.


La comprensión de la Santa Cena según Zwinglio

"Séptimo, creo, mejor: sé que todos los sacramentos están lejos de conceder la gracia, es más, ni siquiera la traen o la administran. (...) Como la gracia es concedida o regalada por el Espíritu divino - uso la palabra con su significado en latín, aplicando el término 'gracia' para perdón, indulgencia, libre beneficio - este regalo es únicamente del Espíritu. El espíritu, sin embargo, no necesita ni guía ni medio, él mismo es la fuerza y el portador que trae todo, no tiene necesidad que algo lo traiga a él. En la Biblia no leemos en ningún lugar que lo visible - que son los sacramentos - trae al Espíritu consigo. Más bien, si alguna vez lo visible estuvo unido al Espíritu, era éste el portador, y no lo visible."

De: Ulrico Zwinglio, Justificación de la fe, 1523

(Traducción: P. Albütz / L. Ludwig, Santiago de Chile 01/2002, según la edición alemana Huldrych Zwingli, "Schriften" Vol. 4, 113)


"Y porque este recuerdo es una acción de gracias y un júbilo sobre el Todopoderoso por la buena obra que hizo en nosotros a través de su hijo, quienes participan en esta celebración, cena o acción de gracias, testifican que forman parte de los que creen que fueron redimidos por la muerte y sangre de nuestro Señor Jesucristo."
De: Ulrico Zwinglio, Acción o uso de la Eucaristía, 1523

(Traducción: P. Albütz / L. Ludwig, Santiago de Chile 01/2002, según la edición alemana de 1927 "Huldreich Zwinglis sämtliche Werke", Vol. 4, 1-24,15)


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Pregunta 1:
¿Por qué, según Zwinglio, los sacramentos no llevan la gracia en sí?

Respuesta 1:
Los sacramentos no pueden llevar la gracia porque en ese caso dispondrían de autoridad divina. No pueden conceder la gracia porque sólo Dios lo puede. Tampoco pueden "administrar" la gracia, un término que se usa en la doctrina católicorromana. Todo esto, los sacramentos no pueden hacerlo porque pertenecen al ámbito de lo visible, y por ende, a la creación. Si Dios estuviese comprometido por la creación - y lo sería necesariamente si los sacramentos fuesen los que concediesen la gracia - la libertad de Dios estaría restringida. Pero su Espíritu sopla donde quiere.

Pregunta 2:
¿Qué tipo de comprensión de "lo visible" reconocemos aquí?

Respuesta 2:
Todo lo visible es creación, pero Dios no es visible. Zwinglio hace una contraposición, de modo que Creador y creación no pueden ser confundidas. Esta antítesis es fundamental en la teología de Zwinglio. Se opone a todas las tendencias que quieren acaparar a Dios o hacerlo imaginable a través de las cosas creadas. La misma vehemencia se reconoce ya en la comprensión de la libertad (vs. arriba): Los mandamientos del hombre pertenecen al ámbito humano y no pueden servir para abusar a Dios y reinvindicarlo para sí mismo. Dios es libre para tomar el camino hacia los hombres, para conceder y administrar su gracia. Y esto es lo que hace mediante su palabra y el Espíritu Santo.

Pregunta 3:
¿Cuál es la tarea del Espíritu Santo?

Respuesta 3:
Dios es Padre, Hijo y Espíritu Santo. Y en el Espíritu Santo le concede sus dones al hombre. No es obligado por los sacramentos, no depende de nada que pertenezca a la creación. La esencia de Zwinglio, sin embargo, no es sencillamente que el Espíritu Santo es independiente. Es más: El Espíritu es libre para soplar donde quiera. Es libre para llegar donde los hombres. La profecía de que Dios concede su gracia a través del Espíritu es válida, y por ende, insistir en la fuerza de los sacramentos es - según Zwinglio - justamente una expresión de la debilidad de la fe, porque no se confía en Dios, no se confía en que Dios mismo viene y concede al hombre el perdón de los pecados y la seguridad en la fe.

Pregunta 4:
¿Qué pasa en la Santa Cena? ¿Qué efectos tiene?

Respuesta 4:
En la Santa Cena no pasa nada "divino", sino algo profundamente "humano": una acción de gracias - por el perdón de los pecados concedido, por la apertura del futuro. Es júbilo - por el fin del peso de los pecados, por la gracia de Dios. Es acción de gracias y júbilo por la reconciliación en la cruz. La Eucaristía no es la causa del perdón de los pecados porque éste ya se consumó. La Eucaristía es la memoria, mejor dicho: la memoria repetida. En la Santa Cena se hace la anunciación con elementos visibles. Y esto nos llena de alegría porque nos indica donde yace la causa de toda la alegría.

Pregunta 5:
¿Dios está presente en la Santa Cena?

Respuesta 5:
Como hemos visto, Dios no está en los elementos. Pero la celebración de la Santa Cena recuerda los sucesos de Gólgota y afirma la validez de éstos para los fieles, expresando que la salvación también los incluye a ellos. Confiesan que este hecho para ellos personalmente está presente. En la Eucaristía, la comunidad confiesa la presencia de Dios. Porque El también está presente en ella. La Santa Cena es justamente la celebración de la presencia de Dios que nos regaló la salvación.

Lutero y Zwinglio no se pueden encontrar porque su comprensión de las cosas es demasiado distinta: Lutero considera que Zwinglio es un renegado de la Reforma, un exaltado. Y Zwinglio tiene la impresión de que Lutero se ha quedado a mitad del camino. Ambos redactan una serie de escritos opuestos sobre la Santa Cena, en parte concientemente uno contra el otro, p.ej. Lutero: Contra profetas divinos, sobre imágenes y sacramentos (1525); Zwinglio: Una aclaración acerca de la Cena de Cristo (1526); Lutero: Que las palabras de Cristo "Esto es mi cuerpo" etc. se mantengan firmes contra los espíritus exaltados (1527); Zwinglio: Que las palabras "Esto es mi cuerpo" etc. mantengan eternamente su sentido antiguo (1527).
Convocados por el príncipe Felipe de Hesse, en octubre de 1529 Lutero y Zwinglio se encuentran en una discusión sobre religión en Marburgo, la que finalmente fracasa: los dos reformadores logran consenso en todos los puntos menos en el de la Eucaristía. Pero se puede decir incluso que el disenso sobre la Santa Cena revela otros disensos ocultos.

En 1530 se celebra la Dieta Imperial de Augsburgo, en la que el emperador busca la reconstrucción de la unidad de la iglesia. Se da lectura a la "Confessio Augustana" (Confesión de Augsburgo), redactada por Felipe Melanchthon, y que llegaría a ser la confesión determinante de la iglesia luterana. Zwinglio también propone una confesión, la llamada "Fidei ratio" (Razonamiento de nuestra Fe). Al contrario de la Confesión de Augsburgo que apunta a consenso y reconciliación, Zwinglio explica ofensivamente su interpretación del Evangelio, y no evita mostrarle al emperador cuáles son sus responsabilidades, defectos y límites determinados por la palabra de Dios.

Zwinglio sigue comprometido en la política de Zurich. Muchas de sus ideas, sobre todo en la política exterior, son tomadas en cuenta después del Acuerdo de Paz de Kappel. Pero Zwinglio no tiene verdadera influencia en la realización concreta de sus pensamientos. Siente que su posición política en Zurich pierde cada vez más en importancia. Se siente abandonado, y en 1531 amenaza con su renuncia, lo que puede ser impedido sólo con muchos esfuerzos. Siguen los conflictos entre Zurich y las ciudades asociadas del Burgrecht con las regiones centrales de Suiza. Hasta fines de 1530, la Reforma ha logrado imponerse sólo en algunas partes de Suiza central, por lo que Zurich decide ejercer presión con un bloqueo de alimentos que fracasa miserablemente. Hay que añadir que Zwinglio estaba en contra de esta idea desde el principio. Como reacción, las cinco cantones de Centrosuiza declaran la guerra a Zurich y se concentran en Kappel. El 11 de octubre de 1531, unos 3.500 ciudadanos de Zurich que no tienen armas son derrotados por el doble de Centrosuizos. En menos de una hora caen 500 Zuriqueses, entre ellos Zwinglio, pero sólo 100 Centrosuizos.

3. Enrique Bullinger

El 9 de diciembre de 1531, el Concejo de Zurich elige a Enrique Bullinger como sucesor de Zwinglio. Sobre él sabemos mucho menos. Pertenece a los reformadores que más se subestiman y cuya obra no ha sido investigada con la necesaria profundidad en cuanto a su esencia teológica.
Bullinger nace el 4 de julio de 1504 en Bremgarten (hoy en el cantón de Argovia). Con doce años es alumno del colegio de la iglesia de Emmerich en la Baja Renania, es influída fuertemente por la corriente de la Devotio Moderna (vs. lección 1). Desde 1519 en adelante, Bullinger estudia en Colonia y se gradúa en 1522 como magister. Se empieza a interesar por la Reforma, sobre todo a través de los escritos de Lutero y Melanchthon. Desde 1523, Bullinger se desempeña como profesor en el monasterio de los Cistercienses en Kappel / Alemania. Aparte de las clases normales también dicta conferencias públicas, en las que en forma autónoma elabora la reforma de la exégesis y la sistemática. En 1523 se hace amigo de Zwinglio. Bullinger adopta algunos pensamientos de Zwinglios y los profundiza, pero también Zwinglio saca provecho del trabajo de Bullinger.
De 1529 a 1531 Bullinger es predicador en Bremgarten, antes de ser nombrado "antistes" (director) de la iglesia de Zurich, cargo que ejercerá hasta su muerte.

La actividad principal de Bullinger en Zurich es la consolidación de la Reforma. Se gana la confianza del Concejo, y logra durante más de 40 años mantener el equilibrio entre la reinvindicación política del Evangelio y la autoridad de su cargo que se basa únicamente en la palabra. Se entrelaza con muchísimos actores del territorio suizo y del mundo internacional (a través del intercambio de más de 12000 cartas), procura que se realicen reformas sociales y eclesiásticas y se empeña, además, como autor de escritos teológicos e históricos. Entre sus obras más importantes figuran el resumen teológico Suma de la Religión cristiana y la Confessio Helvética posterior (Segunda Confesión Helvética) de 1562. Cabe destacar su colaboración en el Consensus Tigurinos (Consenso de Zurich) de 1549, donde se logra un acuerdo entre Ginebra y Zurich y con eso una doctrina única reformada de la Eucaristía.
Desde el punto de vista teológico, Bullinger no es principalmente original, sino un multiplicador de las nuevas ideas. En lo que se refiere al contenido, en el centro de su teología está el concepto del Pacto que había tomado de Zwinglio, pero que elaboró de manera esencial. En el transcurso posterior de la Reforma, este concepto tendrá una importancia que no puede ser sobreestimada (para la comprensión del concepto del Pacto en la teología reformada vs. la futura lección 15 de este curso de capacitación). Bullinger muere el 27 de spetiembre de 1575.


4. Reforma y reformadores en otras ciudades suizas

La Reforma había ganado terreno en algunas otras ciudades suizas, como mencionamos con respecto a los conflictos de Zurich con las regiones católicas. En el Este de Suiza (Appenzell, Glaris y en el cantón de los Grisones) las ciudades pueden decidir autónomamente si quieren introducir la Reforma. En Chur y en le cantón de los Grisones (Graubünden) tenemos la herencia de Juan Comander (1482 - 1557), quien es considerado el padre de la Reforma de Bünden.
Berna se decide por la Reforma en 1528. Responsable de esto es Berchtold Haller (1492 - 1536) con su manera de ser cauteloso pero decidido. La formación de la iglesia reformada en Berna se remonta a él.
En 1529 siguen Basilea, Schaffhausen y San Gall.
En Basilea, primero que nada destaca Juan Oekolampad (1482 - 1531). Desde 1523 se desempeña como profesor de teología bíblica, y a partir de 1529 es párroco de la catedral de Basilea y vocero de los sacerdotes. Su obra teológica con estudios detallados sobre la Eucaristía y el culto aún no ha sido lo suficientemente investigada. El sucesor de Oekolampad es Osvaldo Myconio (1488 - 1522), mediador y autor principal de las dos Confesiones de Basilea (1534 y 1536; la última es, al mismo tiempo, la Primera Confesión Helvética). Es Myconio quien redacta la primera biografía de Zwinglio bajo el título De domini Huldrichi Zuinglii fortissimi herois ac theologi doctissimi vita et obitu (Vida y muerte del héroe valiente y teólogo docto Ulrico Zwinglio).
En Schaffhausen son ante todos Sebastián Hofmeister (1476 - 1533), quien tiene que abandonar la ciudad en 1526, y Erasmo Ritter (muerto en 1546), quien más tarde se traslada a Berna.
En San Gall es el alcalde Joaquín Vadian (1483/84 - 1551) quien fomenta a la Reforma. Es apoyado por Juan Kessler (1502/03 - 1574) quien asume la dirección de la Reforma después de la muerte del primero.

En todas estas ciudades la Reforma se remonta a vinculaciones directas con Zwinglio. No se puede decir directamente que Zwinglio fue el único reformador de la Confederación helvética, pero sí que toda la Reforma suiza se empapó de los conceptos básicos de Zwinglio (p.e. en la comprensión de la Eucaristía). Fuera del territorio de la Suiza actual, las iglesias reformadas, con excepción de dos ciudades cerca de Memmingen (Herbishofen y Grönenbach, pertenecientes entonces al condado de Pappenheim), no se remontan directamente a la reforma de Zwinglio.


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