Lección 5
Origen e historia de las Iglesias reformadas en Europa
   
(Impresión)


Esta lección tiene como objetivo aclarar la evolución de las restantes Iglesias reformadas en Europa, aparte de Alemania. Como demostró la visión panorámica que dimos en la lección 4, la Iglesia reformada alemana se desarrolló – a diferencia de lo sucedido en otros países europeos – muy heterogéneamente. Esto se debe a una situación geopolítica que en Alemania se presentaba poco uniformada, incluso desgarrada (la llamada “alfombra de mosaico”).

1. Suiza

Como vimos detalladamente en las lecciones 2 y 3, la Reforma reformada se originó en el territorio de la Suiza actual; primero en Zurich (recordemos a Ulrico Zwinglio), después, en su culminación, en Ginebra (Juan Calvino). Ginebra, sin embargo, en ese entonces no pertenecía todavía a la Confederación Helvética. Hasta hoy día, la Confederación Suiza se destaca por la autonomía de sus ciudades y estados (cantones). Zurich se convirtió en 1523, seguida por otras ciudades como p.ej. Berna en 1528 y Basilea en 1529. En otros cantones, las comunas podían decidir independientemente si querían o no aceptar la Reforma (como por ejemplo en Appenzell, Cantón de los Grisones o Glaris). Otras ciudades de la Confederación se mantuvieron católicorromanas. Conflictos bélicos se produjeron entre los estados evangélicos y católicos, que culminó sin gloria con la derrota de los evangélicos en Kappel cerca de Zurich, en 1531 (es aquí donde murió el gran reformador Ulrico Zwinglio). De los 13 estados helvéticos, en 1531 siete eran católicorromanos, cuatro reformados, y en dos existían las dos confesiones paralelamente. Enrique Bullinger, sucesor de Zwinglio, y Juan Calvino lograron que las distintas corrientes de la Reforma reformada en Suiza no se siguieran distanciando, lo que evitó que se desarrollaran dos tipos de Reforma, uno calvinista y otro zwingliano. El documento de consenso más importante en la cuestión de la Santa Cena es el “Consensus Tigurinus” (Consenso de Zurich), redactado en 1549. Recién a partir de entonces se puede hablar con propiedad de la existencia de la Iglesia reformada suiza.

En 1566, Enrique Bullinger redactó la Confessio Helvetica Posterior (Segunda Confesión Helvética), una confesión que fue aceptada por la gran mayoría de las Iglesias en la Suiza de habla alemana (vs. más detalles en la lección 6). Además, se intensificó el trabajo de catequesis. En Zurich, el reformador Leo Jud elaboró un catecismo que se usó durante varios siglos. En otras ciudades se introdujo el Catecismo de Heidelberg. En 1531 se publicó, también en Zurich, una traducción completa de la Biblia, la llamada “Biblia de Zurich” que actualmente está siendo reeditada en una nueva traducción.
Durante varios siglos, apenas hubo variaciones en la estructura de las Iglesias suizas. Las antiguas funciones del episcopado fueron asumidas por la autoridad estatal. Las Iglesias reformadas se mantuvieron como entidades autónomas que existían paralelamente, hasta que en 1920 se unieron - sin dejar su autonomía - en la Federación de las Iglesias Protestantes de Suiza; (“SEK” por su sigla en alemán). En el siglo XIX, sin embargo, hubo separaciones en algunas iglesias cantonales. La Iglesia estuvo marcada principalmente por corrientes teológicas liberales, cercanas a la Ilustración. Una consecuencia de este liberalismo fue, entre otras, que las Iglesias reformadas de Suiza se desvincularon de las confesiones (por ejemplo, el Credo Apostólico o la Segunda Confesión Helvética). Este desarrollo llevó en unas Iglesias casi, en otras verdaderamente al cisma, en parte también debido a los movimientos de avivamiento, como por ejemplo en los cantones de Vaud y Neuchatel (donde en 1966 y 1943 hubo reunificaciones), o también en el cantón de Ginebra, donde hasta hoy día existe una pequeña Iglesia reformada independiente de la Iglesia cantonal.
En los años 70 del siglo XX, las Iglesias suizas iniciaron un proceso de disolución de la hasta entonces muy estrecha relación entre Estado e Iglesia, tendencia que se observa primero y más marcadamente en la Suiza francófona.